lunes, 30 de marzo de 2009

Érase un sentimiento humano

Dedicado a mi *iTSa* querida.
Ya hace tiempo que se escuchan los suspiros llenos de envidia por esa belleza única y grandiosa que ha aparecido en nuestras vidas. En un instante, la noche se ha hecho día, pues el resplandor de su rostro brilla hasta en la más densa oscuridad. Los ruidos del tráfico vallecano se han visto desplazados por una voz celestial, una música que baña mis oídos, proveniente de unos labios dulces y hermosos. Sí, celestial es lo más adecuado para expresar tanta bondad humildad y belleza, reencarnados en un ángel, el ángel más bonito del mundo. El mismo ángel que tuvo que vivir entre seres imperfectos y ruines como mi persona, debido al sentimiento de impotencia de los otros ángeles, incapaces de igualar su perfección, siendo menospreciados bajo la silueta de su sombra. Mi corazón ha dejado de latir por cada uno de los instantes en los que no puedo estar con este ser tan maravilloso. El calor que me proporcionas en los momentos que pasamos juntos se va consumiendo y apagándose cual vela en la más fría de las noches invernales. Por eso, dejando esta locura plasmada en papel, hago que mi ángel venga a mí para que esa llama no se apague del todo, y para siga incandescente por el tiempo que pase hasta que mi cuerpo deje de reaccionar siguiendo los latidos mi corazón.
...::El Espantapájaros peregrino::...

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